martes, 18 de diciembre de 2012

SEÑOR RAJOY, UN AÑO DESPUÉS YA NO HAY HERENCIAS QUE VALGAN

En estos días “celebramos” el primer año de gobierno de Mariano Rajoy.  Hace un año los ciudadanos de este país daban al partido popular una amplia mayoría en las elecciones generales con el motivo de “castigar” al partido socialista por su gestión al frente del ejecutivo en la segunda legislatura. En noviembre de 2011 había que votar a Rajoy porque iba a gobernar como Dios manda.
Un año después todavía no sabemos lo que Dios le mandó, pero sí sabemos que, después de un año, el conjunto del país está más pobre, más triste y más decepcionado. Nunca, hasta ahora con Rajoy, se había dado el caso de que en el primer año de un mandato gubernamental se hubieran producido dos huelgas generales. Y no hay herencias que valgan. Porque los españoles, como el presidente prefiere decir, confiaron en él para solventar los problemas y para gestionar la crisis económica, no para estar constantemente recurriendo al discurso fácil de que “otro” tiene la culpa.
Cierto es que hay que cumplir con los objetivos del déficit aplicando políticas austeras, pero también es cierto que se pueden aplicar de otro modo menos agresivo para el ciudadano de a pie.  Y la fórmula que hay que aplicar le corresponde encontrarla al gobierno actual. Y desde el mismo día 21 de diciembre de 2011 en que Mariano Rajoy toma posesión del cargo como presidente del gobierno, los problemas, las dificultades y el timón de este país son su responsabilidad, y de nadie más.