viernes, 11 de enero de 2013

TARDAREMOS EN VOLVER A SER LO QUE FUIMOS

Estamos asistiendo, sin darnos o dándonos cuenta, a un cambio hacia tiempos nuevos. Por más que nos empeñemos en aferrarnos a lo que consideramos tradicional, los tiempos están dejando de ser los mismos. Para bien o para mal, la sociedad está empezando a ser otra, ni mejor ni peor, otra.
Esto mismo se experimentó a finales de los años setenta principios de los ochenta. La sociedad dio un vuelco, todo dejó de ser como “antes”. Se avanzó, se progresó, se miró al futuro con ilusión y con esperanza. Políticamente el país experimentó con una democracia recién nacida que la propia sociedad se encargó de que creciera sana y fuerte. Y llegamos a hoy.
Hoy, con una democracia joven pero madura al mismo tiempo, y con una fuerte crisis económica planeando sobre nuestro país,  nos encontramos con que los problemas actuales no es que sean otros y las soluciones deban ser otras, es que a los mismos problemas hay que “actualizarles” las soluciones. Nos llevamos las manos a la cabeza por los malos tiempos que atravesamos, pero no es nada nuevo. No hay que olvidar que la Historia tiende a repetirse. Si echamos mano del tiempo atrás, veremos que todo lo actual –paro, emigración de jóvenes…etc.- nos resulta más que familiar.
Sociológicamente hablando, todo esto está dentro de lo normal. Pero ¿qué es lo que ya no es tan normal? Lo que ya no es tan normal es que vamos hacia atrás. No vamos prosperando como antaño, vamos desandando a marchas forzadas el camino que ya teníamos andado. Ahí radica la diferencia y ahí está el descontento. Hoy, tiene que pasar mucho tiempo para que se vuelva a conseguir lo que una vez se consiguió.

2 comentarios:

  1. Se aprovechan de la crisis para poder segar todos lo beneficios logrados con años de lucha y sacrificio...

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo. Y esto es ideología pura y dura. Se olfatea un gran negocio en la sanidad pública. Todos lo tendremos que pagar. Naturalmente que retrocedemos. Por eso el discurso socialista no se acomoda al tiempo que ahora nace: la historia no es progreso, es construcción y destrucción. Y va acostar mucho reconstruir lo que ahora está cayendo. Si lo logramos...

    ResponderEliminar